Como no todo es manga y anime en la viña del Señor, voy a dar rienda suelta a mi vena lírica y narrativa, en un minimicrorrelato presentado al concurso de ídems del ABC (esta es la dirección, si alguien más llega a tiempo):
«¿Título?
A donde vamos no necesitamos... títulos -dijo mi musa, empeñada en salir por la ventana.»
La próxima vez, una entrada más larga, palabra.
P.d: mañana se estrena Ponyo: si podéis, no os la perdáis.
Ya que estaba, sólo quería dar las cifras de taquilla de España de esta semana, para demostrar que aquellos que pensaban que el público español daría la espalda a esa película tenían razón... o sí o no o yo qué sé:
Taquilla española por número de espectadores: (pista, son números...totales)
Casi nadie ha ido a ver la película, es evidente. Fuente: Hoy Cinema
Pero también tengo los números de la taquilla: (lo siento, sólo tengo dólares)
Taquilla española por recaudación:
Y casi dos millones en total. A mí, en el fondo me da lo mismo, ya sabía que público español es para darle de comer aparte (sólo hay que ver el taquillazo de "Mentiras y gordas"). Sólo espero que nadie se la baje por internés, que luego 1: la ministra Sinde se enfada y 2: los productores tienen una excusa
Fuente secundaria: Boxoffice Mojo
Imagen sin relación de la semana (a menos que sepas inglés):
Hum... resulta que esa es la mayor noticia del mundo del manganime en esta semana. Ni que vuelva a haber un anime de Adachi con Cross Game (que llegará aquí entre jamás y nunca), ni que Miyazaki vuelve dibujar manga, y además, le está cogiendo el gustillo de nuevo. Ni que Jonu esté buscando distribuir anime digitalmente (suerte).
No, la noticia es que un productor norteamericano muy listo compró los derechos de Dragon Ball y filmó una película con muchas tortas, música cañera y efectos especiales por un tubo. Y los otakus se han cabreado como una mona cuando le tocan los plátanos.
Por otra parte, parece que la crítica "seria" (es decir, esos que llaman a Chihiro "otra de dibujos") le ven más agujeros que un colador en una peli del Oeste, pero que en fin, es una peli de entretenimiento para niños y adolescentes. Una especie de Sky High con toques asiáticos, de dejar la neurona en casa y dejar que los enanos se diviertan como ídems tragando palomitas en cantidades industriales.
...O sea, básicamente que pretendía Akira Toriyama cuando sacó "Dragon Ball". Un niño con poderes, corre aventuras, se da de piños con los malos y gana. Que luego se alargó más que un día sin pan. Tampoco es drama psicológico, ni nada parecido.
Ahora, que si piensa alguien que voy a gastar una hora larga de mi tiempo viendo eso, está muy equivocado. Allá se las apañe DB:E, por varias razones: por la pinta infame, porque las historias de instituto estadounidense deberían ser quemadas con el 90% de la producción de cine español... y porque Dragon Ball dejó de gustarme hace ventimuchos años. Bastante sufrí con los dragonbabosos en su momento como para ahora gastarme el dinero viendo ¡otra vez! a Goku (pasado por un"insti" de Chicago, eso sí).
P.d:y ni gratis. Uno tiene que poner un límite en algún momento.
P.d2: id a ver Ponyo... leñes (lo que me ha costado evitar la rima fácil).
P.d3: para poner una imagen, mejor un dibujo de d. Yoshikazu Yasuhiko que de "eso".
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