domingo, 4 de enero de 2009

Reseña: Nodame Cantabile

(hace mucho que no realizo una reseña de un manga, o mejor dicho, de nada en absoluto; a ver qué tal me sale)

Es duro ser el mejor.  Aunque no cabe duda que es mucho peor cuando uno sabe que es el mejor. 
Tal es el caso de Shinichi Chiaki, el alumno estrella del Conservatorio Momogaoka. Su talento es tal que debería estar en Europa (donde, como todo el mundo sabe, respiramos música clásica*), estudiando con los mejores maestros...
Desgraciadamente, le resulta imposible salir de Japón -en avión o en barco-. Así que tiene que pasar el tiempo en Japón, sufriendo a malos profesores y peores alumnos (cómo hacer amigos, edición Chiaki). Efectivamente, amiguitos: en el mundo real Shinichi Chiaki es un creído insoportable, perfeccionista, metódico y crítico que no le cae bien a casi nadie (admiradoras aparte).

Y entonces apareció Megumi Noda, alias "Nodame". Prácticamente el opuesto de Shinichi; caótica, despreocupada y alegre... y que sin saber muy bien cómo acaba entrenado en la vida de este como un huracán, llevándoselo todo por delante. De aquí nade un intercambio que afectará la vida de ámbos: "don perfecto" Chiaki aprenderá a relajarse y Nodame... eh...  ¿a lavarse el pelo todos los días?
Sí, vale, me habéis pillado: Nodame Cantabile es una comedia románstica**. Chico conoce chica, chica está mediochiflada, chico tiene novieta, no la tiene... lo de toda la vida, claro. O no tanto, porque para empezar, no está ambientada en el instituto. Los personajes no son adolescentes con los ojos brillantes, ni llevan uniforme escolar, ni juegan al "ahora hago que no me molas", ni gran parte del argumento consiste en si le han visto las braguitas a la prota o no. Qué queréis, después de diez años tras Marmalade Boy, ya iba siendo hora de que llegasen protagonistas adultos (o al menos, con más de 15 años) y normales; salvo Chiaki, y Nodame, y el profesor salido y el violinista roquero, y la "loca" de los timbales... Borrad lo que he dicho; no hay nadie "normal" en este manga.
Por eso precisamente lo considero una historia adecuada para todo aquel que esté cansado de tópicos: cómo son las comedias románticas, los shôjo (no en vano se publica en la revista Kiss de Kodansha), e incluso la música clásica -es mucho más que señores vestidos de chaqué moviendo la batuta como locos-
Lo único malo es que al ser un manga basado en un conservatorio, rodeados de música clásica,  resulta un poco frustrante no poder escuchar la música que se supone que está tocando todo el mundo. Pero claro, me temo que el precio se habría disparado de incluír un CD con cada tomo... y más siendo Norma la que lo edita. 
* qué decepción cuando se entere de la existencia de Operación Triunfo, Fama, y cosas similares.
** no es un error, es mi forma de llamar al género.