viernes, 8 de abril de 2011

Nuevas nuevas y ánimo, Japón



Precisamente cuando me encontraba a punto de hacer la entrada del mes (o de los dos meses, o algo), me encuentro con el peor terremoto de la historia de Japón.

Evidentemente, en esos momentos, lo menos que piensas es sobre el manganime, la política japonesa, o la repercusión de la batalla de Sekigahara en la historia de Castilla-La Mancha. Y si el terremoto ya era malo de por sí, luego llegó un maremoto (que es otro modo de llamar a los "tsunamis") que arrasó la costa de Sendai, causando miles de víctimas (más de diez mil, entre muertos y desaparecidos).

Y luego llegó la crisis de la central atómica de Fukushima, que aparte de las graves consecuencias de por sí, mantiene a la población evacuada en un radio de 20-30 kilómetros, mientras los trabajadores de la central, las fuerzas de autodefensa intentan resolver la crisis atómica lo antes posible.. aunque hubiera ayudado mucho que Tepco, la empresa dueña de la central hubiera sido algo más previsora.

Como mis conocimientos de energía atómica son ciertamente escasos, prefiero enlazar un blog de alguien que si sabe de esas cosas y se explica mucho mejor, como la pizarra de yuri

Mientras, en España, hemos tenido de todo. Los que tenían conocidos en Japón se han vuelto locos para localizarlos y saber que estaban bien. Si ya cuesta a veces encontrar a gente en el mismo país porque se ha dejado el móvil en casa, o no tiene batería, o ha salido a encontrar a alguien, imaginad cómo será cuando se produce un terremoto, un maremoto y una explosión atómica.

Y en eso ha llegado la peor parte de nuestros medios de comunicación: ansiosos de carnaza e imágenes para alimentar el morbo y la alarma, se han lanzado a soltar mensajes catastrofistas: trenes saturados de refugiados, saqueos, explosiones atómicas, pánico por las calles... un poco más y hubieran empezado a avisar de la presencia de Godzilla.

Pero no, señores de la prensa, lo siento por ustedes, pero nada de eso es cierto: los japoneses, tal vez por su caracter forjado por un terremoto tras otro, no se han dado al pánico, o a los saqueos. Los trenes están abarrotados porque siempre lo han estado. Las tiendas están vacías porque la distribución se ha detenido; suele pasar cuando hay estos terremotos.

Así que en esta situación, es necesario apoyar y animar a los japoneses como mejor podamos Japón. En Alt 1040 como de El Pachinko aparecen buenas ideas para conseguirlo. Puede que no sea mucho, pero la solidaridad siempre se agradece, y máxime viniendo desde tan lejos (para ellos).

Ahora, la parte optimista: Japón ha tropezado, pero se volverá a levantar. Ya se recuperó de la devastación de la Segunda Guerra Mundial, -recordemos que es el único país en la historia que ha sido atacado con armas atómicas-. Lo peor que podemos hacer es dejarnos llevar por histerismos, auspiciados por los medios de comunicación que deben vender un escándalo al día (el mes de marzo ha ido de Libia a Japón, de Japón a Libia, etc.).

Desde Green Wood, todo mi ánimo a ese maravilloso país, al cual nunca podremos darle la espalda:

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