sábado, 28 de mayo de 2011

Cuestiones de futuro

Si sois lectores habituales de este blog -digo yo que alguien habrá- habréis visto que a la derecha del todo había una barra de "blogs recomendados", y de estos, casi todos estaban cerrados, abandonados, o simplemente, ya no existían.

Ya, en un principio no tiene nada de extraño: este blog existe desde hace años, actualizo de Pascuas a Ramos y es normal que muchos de los que empezaron al mismo tiempo hayan decidido dejarlo por otras actividades más reconfortantes. Que el manganime, sí, sea una parte de las vidas de sus autores, pero ya no tanto. Que esto ya no me llena, que el día tiene 24 horas y no da tiempo para todo. Razones, motivos y causas hay muchas, pero el resultado es el mismo: Greenwood se queda solo.

Por supuesto, no es del todo cierto: la gente sigue ahí, pero los blogs, como antes los foros, y antes de ellos las "revistas de manganime" se están desvaneciendo, digan los que digan los artículos de peródico.

Hace 20 años nos moríamos por leer lo que fuera sobre manga y anime, y ahora podemos acceder todo lo que nos interese de Japón; ya no sólo de anime, sino también de política, cultura, fútbol... lo que sea, incluso las últimas noticias del Kōshien.

Tampoco puedo obviar que hace 20 años todos teníamos.... veinte años menos -sí, las matemáticas nunca fueron lo mío-. Cuesta reconocer que ha pasado tanto tiempo desde que escribíamos sobre Victory Gundam, o los dragonbabosos y similares, pero es lo que ha pasado. Como dije al principio nuestros gustos han cambiado, y ahora las historias de niños de 12 años salvando el mundo nos parecen ridículas, como poco.


Sin embargo, hay cosas que permanecen eternas.


Ahora, volviendo a hablar sobre mi libro (Paco Umbral dixit), o en este caso, de este blog. Para bien o para mal, la animación japonesa se sigue vendiendo y yo sigo traduciendo. Aún no me aburren el 100% de las noticias de anime, pero ahora leo más las cuestiones relativas a la política y la cultura, así que seguiré con este blog durante todo lo que pueda, y ya veremos para cuánto da eso.

Eso sí, la lista de blogs enlazados cambia a la de ya.

Un saludo para Marluna, Paco Gerte, Con B de "borrego" y sobre todo al Camino Perdido del Otaku. Fue un placer leeros durante todo este tiempo. Como decían los Celtas Cortos, nos vemos en los bares.

viernes, 20 de mayo de 2011

Expomanga: la X marca... diez


Antes que me acusen de subir material sin permiso, cualquier cosa.

Como se puede ver por el cartel, entre otras pistas, hace menos de una semana se celebró el Expomanga, el propio "evento manga" de Madrid.


Reseña de este año: un lugar muchísimo más amplio, más gente que nunca. Un solo baño para casi treinta mil personas, una sola cafetería. Escaleras mecánicas y ascensores fuera de servicio. Un concierto pro-Japón casi vacío -¿no hubo interés, o fue algún fallo? ni idea- Concursos oficiales de muy alto nivel (karaoke y cosplay). Homenaje al pueblo japonés con agradecimiento oficial por parte del sr. embajador. Multitud de invitados (el 99,9% españoles). Fin de la reseña.


No soy muy partidario de celebrar aniversarios como si fueran especiales, o volver la vista atrás por el mejor hecho de haber llegado a una cifra redonda, pero, por otra parte, si no lo hacemos en el décimo aniversario, ¿cuándo si no?

Hace años, cuando empezaron los Salones del manga de Ficómic, los aficionados madrileños sabíamos que esperar a tener algo similar en nuestra ciudad era una ilusión. Si no teníamos eventos dedicados al cómic en general, como para esperar que pudiera haber algo sólo para el manga. Nos sabíamos las lecciones de memoria: en Barcelona tienen el apoyo de instituciones políticas (ayuntamiento, Generalidad), editores, etc.; en Madrid sólo contábamos con tiendas mal avenidas... y miles de aficionados, pero eso parecía ser lo de menos.

Sin embargo, poco a poco, paso a paso, la idea del Expomanga fue calando y al final se consiguió salir adelante. De los bajos de un hotel en Puerta de Toledo se ha llegado al pabellón de Cristal de la Casa de Campo. De exposiciones con material de aficionados a "stands" masivos de empresas de videojuegos. Muchas cosas han cambiado; otras, han sido constantes, como las ganas de los organizadores, voluntarios, asociaciones para estar ahí durante tres días intentando crear una experiencia inmejorable para todos los visitantes. Y creedme, llevar un stand en un evento de estos puede ser duro, pero encargase de organizarlo lo es mucho más.

Sin embargo, confieso que a pesar de mi entusiasmo por el Expomanga, siempre me he mantenido a un lado. Será mi vena historiadora que me empuja a mirar desde la distancia, mantener una actitud neutral respecto a muchas cosas. Supongo que eso explica por qué a pesar de conocer a muchos de los organizadores de Expomanga, mi mayor compromiso se limita a hacer de jurado en el concurso de karaoke. Ah, también lo fui de "cosplay", pero vi a tiempo que mis conocimientos de corte y confección eran muy escasos como para juzgar a nadie.
Err... ¿seis y medio?. ¿Lo veis? No es lo mío


Ignoro cuánto tiempo podré seguir aplastando las ilusiones de los jóvenes cantantes ("las" en un amplísimo porcentaje), pero me gustaría seguir haciéndolo mientras me siga siendo posible, porque eso querrá decir que sigue adelante este evento donde podemos pasear, mirar, cantar, cantar, concursar, "frikear" y salirnos por unas horas de las horas de la vida normal -no recomiendo cantar karaoke en tu casa si no quieres caerle mal a los vecinos-. No es perfecto, como no lo somos ninguno de nosotros. Se podrían organizar más actividades, dar premios multimillonarios, proyecciones en pantallas HD, invitados japoneses, y hasta de fuera de Madrid... pero al menos no será por falta de ganas, sino más bien de medios -sí, ayuntamiento, Comunidad, editoriales, os estoy mirando a vosotros-.

Precisamente por eso, que llevemos diez años de Expomanga a pesar de tantas carencias es lo que hace tan admirable al evento madrileño. Sabemos de dónde venimos y sabemos dónde estamos (según la organización, en el mejor Expomanga de la historia). Ahora sólo queda el futuro, y no olvidemos que el futuro no es "el año que viene", sino que comienza un segundo después de terminar de leer.




¿Hace cuántos años de esto...?


P.D: en mi próxima entrada -más pronto que tarde- hablaremos del gobierno... digo, de mi propio pasado y futuro.
P.D2: no voy a cerrar el blog; tranquilos, oh invisibles lectores.